Para hacer un bebé se necesita un hombre y una mujer adultos. Para ello, es preciso que el hombre y la mujer hagan el amor.En el momento en que el placer es más intenso, los espermatozoides salen del pene del hombre en un líquido blanco que se llama semen.
Entran a la vagina de la mujer, después al útero y suben por la trompa de Falopio, donde encuentran un óvulo que baja del ovario.
De este encuentro nacerá un bebé. Pero de los millones de espermatozoides que salen del pene, sólo uno conseguirá introducirse en el óvulo.
Cuando el espermatozoide y el óvulo se unen, forman una célula. El momento en que se unen se llama fertilización.
La fertilización tiene lugar, normalmente, en las trompas de Falopio.
Durante el viaje de la trompa de Falopio al útero, la célula empieza a dividirse. Primero forma dos células idénticas unidas.
Estas dos células se dividen y forman cuatro células unidas; las cuatro células se dividen para formar ocho y así sucesivamente.
Esta rápida división celular que convierte un óvulo fecundado o zigoto en una esfera de células se llama segmentación.
Al cabo de pocos días de la fertilización, el óvulo fecundado llega al útero, donde pasarán nueve meses mientras se va formando y creciendo, hasta que se convierta en un bebé.
Es decir, si empieza a crecer en marzo estará listo para salir en noviembre.
Al bebé que todavía no nace se le denomina embrión durante los dos primeros meses de su desarrollo, y después, feto hasta que nace.
Primero se le desarrollan el corazón y el cerebro, después la cabeza, el cuerpo, los brazos y las piernas, y empiezan a formarse los pies y los deditos.
Durante su desarrollo, el bebé obtiene alimento y oxígeno de una membrana que se llama placenta.
Esta membrana, formada en parte de tejido materno y en parte de tejido del bebé, contiene vasos sanguíneos de cada uno de estos tejidos.
El bebé está unido a la placenta mediante un tubo flexible que se llama cordón umbilical, que es por donde recibe el alimento y el oxígeno. El ombligo es el lugar donde estaba unido tu cordón umbilical.
El bebé está unido a la placenta mediante un tubo flexible que se llama cordón umbilical, que es por donde recibe el alimento y el oxígeno. El ombligo es el lugar donde estaba unido tu cordón umbilical.
Mientras se encuentra en el útero de la madre, el bebé flota en una bolsa de líquido que lo protege contra los golpes y lo mantiene calentito. Este líquido se llama líquido amniótico.
El bebé crece y crece dentro del útero de la madre.
A los cuatro meses, el bebé empieza a sobresalir de la barriga de la madre. Esto ocurre porque el útero es elástico, y se va estirando para que el bebé tenga suficiente espacio por moverse, aunque la mayor parte del tiempo el bebé esté durmiendo.
Cuando el bebé lleva nueve meses en el útero de la madre, ha crecido tanto que ya está listo para nacer. Antes de ello, se ha girado y está cabeza abajo. Cuando nazca, lo primero que saldrá será la cabeza.
El útero de la madre presiona y empuja al bebé a través de la vagina. Esta presión vuelve a empezar y se va haciendo más fuerte por momentos. La madre sabe que es el momento en que el bebé ya está a punto de nacer.
El útero continúa presionando y empujando al bebé, mientras la vagina se dilata para ayudar a la salida del bebé.
Es un momento de gran esfuerzo para la madre, puesto que tiene que mover sus músculos por conseguir que el bebé salga por la vagina.
El bebé sale de un lugar tranquilo y calentito, como era el útero, y entra en uno mucho más ruidoso, más frío y con mucha más luz. Todo le resulta extraño. Por esto lo primero que hace es llorar, llora fuerte para llenarse los pulmones de aire y empieza a respirar, puesto que en el útero de la madre recibía el oxígeno por el cordón umbilical.
Una vez ha salido el bebé, el médico corta el cordón umbilical que lo unía a la madre, puesto que a partir de ahora ya no le hará ninguna falta. Esta acción no causa dolor ni al bebé ni a la madre. Al bebé le queda unido un trocito de cordón que caerá al cabo de pocos días, y le quedará una señal en el vientre, como un botón. Esto es el ombligo.
El bebé ha nacido. Todo lo que hace es nuevo para él, y lo primero que hace su madre es abrazarlo, para fortalecer el vínculo que los une y para que se vayan conociendo el uno al otro.
Al cabo de un rato pesan y miden al bebé. Un bebé pesa unos 3 kilos y mide unos 50 centímetros cuando nace, y unos 76 centímetros al cabo de un año.
Más tarde, una vez limpio, vestido y protegido con un pañal para que no se ensucie cuando haga pipí y caca, dejan al bebé en una cuna para que duerma y descanse.
Estamos en una época en que el bebé duerme casi todo el rato. Sólo se despierta cuando tiene hambre.
El bebé se alimenta de la leche que sale del pecho de la madre, aunque a veces la madre alimenta al bebé con un biberón.
Y así la familia ya tiene un miembro más.
Como ya hemos dicho, estamos en una época en que el bebé duerme casi todo el día; sólo se despierta cuando quiere comer y la única manera de comunicárselo a la madre es llorando.
El alimento del bebé sale en forma de leche de los pechos de la madre y esta acción de mamar es una cosa que el bebé sabe hacer desde el primer día, aunque hay madres que, por varias razones, prefieren alimentar a sus bebés con biberón, con una leche especial.
Cuando se da esta circunstancia, no solamente la madre puede alimentar al bebé, sino que también lo puede hacer el padre, un hermanito o una hermanita, o cualquier otro miembro de la familia.
Al cabo de unos meses, el bebé ya puede tomar alimentos más sólidos, en forma de puré, porque todavía no tiene dientes para masticar. Cuando tiene más o menos un año empiezan a salir los primeros dientes y puede comer casi todo tipos de alimentos; ya gatea e incluso los hay que ya andan.
Si el bebé nace a los 7 o 8 meses se le llama prematuro. Es más pequeño y frágil, y necesita unas atenciones especiales. En primer lugar, se lo coloca en la incuUglyora, que es una cuna especial, cerrada, que lo mantiene calentito, como si todavía estuviera en el útero de la madre, y fuera del peligro de los microbios que le puedan causar infecciones.
En la incuUglyora, el bebé continúa creciendo y desarrollándose como si estuviera dentro de su madre, siempre vigilado por el personal médico del hospital. Al cabo de unas semanas, el bebé ya está preparado por llevar una vida normal y los padres ya se lo pueden llevar a casa.
Si un ovario produce dos óvulos a la vez y cada óvulo es fecundado por un espermatozoide, el resultado serán dos bebés, que crecerán en el útero de la madre. Estos bebés se llaman gemelos, más exactamente gemelos fraternales o no idénticos.
Por el contrario, si los gemelos son el resultado de un solo óvulo fecundado que, al producirse la división celular, se parte en dos y de cada mitad sale un bebé, los gemelos se llaman gemelos idénticos. Estos gemelos heredan los mismos caracteres genéticos, son siempre del mismo sexo y son extraordinariamente parecidos.
Una cosa parecida pasa con los trigéminos (tres bebés), los cuadrigéminos (cuatro bebés), etc.
Se da el hecho curioso de que sólo hay dos casos en el mundo de trigéminos idénticos, uno en Estados Unidos y otro en España.
A medida que la niña va creciendo, alrededor de los 11 años, los pechos le empiezan a crecer y en algunas zonas del cuerpo van apareciendo pelos: en el pubis y en las axilas.
Los óvulos que se encuentran en los ovarios maduran poco a poco, como los frutos.
La medida de un óvulo humano es de 0,013 centímetros aproximadamente. Cada mes un óvulo maduro sale del ovario y baja por la trompa de Falopio hasta el útero.
Este óvulo se tendrá que encontrar con un espermatozoide por poder crear un bebé. Si no se encuentran, el óvulo es eliminado por la vagina, en un periodo de hemorragia que se llama menstruación.
Es algo único. Junior Rodriguez F.